En los hermosos días de antaño –entiéndase, en el “paraíso”--,
las habilidades se adquirían con el paso del tiempo mediadas
por un tutor. Pero ¿qué de la actualidad?
Read the Spanish translation of this article in the version below or read the English translation when you click the flag to the right. Both the Spanish and the English versions were originally published in Heat Treat Today's September 2023 People of Heat Treat print edition.
Camino al portal de celestial mansión,
Topé un tratador térmico en terrible
condición
Vagabundo e infeliz, bajo dura
asignación,
–¡Nunca es tarde!– animé en sencilla
afirmación.
— Dan Herring, inspirado por El paraíso perdido,
John Milton, 1667.
Los cuantiosos años trasegados en la industria del tratamiento térmico me han enseñado dos lecciones invaluables. Primero, la nuestra es verdaderamente una ciencia empírica, una ciencia cuyos secretos se dan a conocer en el hacer y (en gran medida) a través de la prueba y el error. En segundo lugar, el sentido común triunfa cuando nada más lo logra; no hay nada que pueda sustituir la experiencia práctica.
Así las cosas, la pregunta clave a materializar es: ¿de qué manera una persona que ingresa a la fuerza de trabajo en nuestra industria logra adueñarse del conocimiento necesario para convertirse en tratador térmico de talla mundial? El tema es de particular relevancia hoy en día dadas las demandas de rendimiento que pesan sobre los productos, al igual que la naturaleza velozmente evolutiva de la tecnología. (Figura 1)
En los hermosos días de antaño – entiéndase, en el “paraíso”--, las habilidades se adquirían con el paso del tiempo mediadas por un tutor. Las personas de mayor experiencia impartían a los aprendices la sabiduría conseguida fruto del duro esfuerzo, por lo regular en dosis bien medidas según se fueran presentando situaciones que exigieran enseñar una nueva lección o ampliar algún conocimiento. En el taller de tratamiento térmico esta modalidad cae como anillo al dedo.
Pero ¿qué de la actualidad? La presión hacia la producción que se ejerce sobre la ingeniería y la industria manufacturera ha disparado la demanda de respuestas instantáneas logradas a través de las búsquedas en internet y las investigaciones superficiales. Con frecuencia no hay ni tiempo ni tolerancia para el fracaso.
Uno de mis primeros mentores se lamentaba a menudo de que “la avaricia y la codicia serán el talón de Aquiles de los jóvenes; muy pocos quieren trabajar duro, y aprender cualquier habilidad ¡es duro trabajo!”
No obstante, encontramos muchos individuos jóvenes, esforzados, ávidos de aprender y de gran inteligencia que se vienen incorporando a la actual fuerza de trabajo. Tienden a ubicarse en una de dos categorías –los de excelentes habilidades teóricas que carecen de una experiencia práctica y los de habilidades prácticas que carecen de una comprensión básica de la interrelación entre el equipo, el proceso y el resultado.
El “secreto” del tratamiento térmico radica en controlar la variabilidad relacionada con el proceso y el equipo, pero el terreno de juego nunca permanece estable. Apenas creemos tener el proceso o el equipo bajo control, algo cambia: se presenta un escape, el medio de enfriamiento se deteriora, varía la humedad en el ambiente, y corre la lista sin fin.
¿Cómo, entonces, enseñarle a la próxima generación a enfrentar estos retos? De igual importancia, ¿cómo enseñar de manera tal que logremos retenerlos en nuestra industria? Sin el debido incentivo, motivación y dirección o elegirán un camino más gratificante o se irán en busca de una industria más “glamurosa”.
La clave del éxito en el taller del tratamiento térmico hoy en día es el trabajo en equipo, y la clave para adquirir el conocimiento radica en construir redes de información. Identifica fuentes informativas confiables y enfoca en ellas tu atención. Habla con las personas paraentender no solo lo que han aprendido sino también cómo lo aprendieron. Motiva a otros a compartir lo que saben, y comparte tu propio conocimiento. Saca provecho de los recursos que tengas a la mano, de manera especial lo que te puedan brindar las personas con mayor experiencia o quienes recién sehan retirado de la industria.
No tengas miedo ni de hacer el intento, ni de fracasar. Si fracasas, levántate, sacúdete el polvo, date el espacio de decir –Eso dolió--, y sal de nuevo a fracasar una y otra vez hasta que logres tu cometido.
Por último, piensa antes de actuar y actúa solo después de haber reflexionado tanto en tus acciones como en las consecuencias de las mismas. Nunca dejes de hacerte la pregunta, –¿Por qué no hay tiempo para hacer las cosas bien, pero siempre alcanza para repetir y repetir y repetir? Aquí tienes las claves del éxito y de una carrera gratificante y duradera.
Sobre el autor:
Dan Herring, The Heat Treat Doctor®, es el fundador de The HERRING GROUP, Inc. Más de 50 años en la industria le han sumado una inmensa experiencia en campos como la ciencia de los materiales, la ingeniería, la metalurgia, la investigación de productos nuevos y muchas áreas más. De su autoría existen seis libros y más de 700 artículos técnicos.
Para mayor información:
Contactar a Dan escribiendo a
dherring@heat-treat-doctor.com